English English Español Español

Galo Cárdenas Triviño, respecto a sus 175 publicaciones científicas.

“Siempre me ha gustado comunicar los trabajos”

Los polímeros, la celulosa y las nanopartículas mecánicas son constantemente parte de sus investigaciones.

A la cifra de 175 ascienden las publicaciones científicas que el químico y académico del Departamento de Ingeniería en Maderas de la Universidad del Bío- Bío, Galo Cárdenas Triviño ha realizado. En ellas, ha plasmado su experiencia en temas como los polímeros sintéticos y naturales, con aplicaciones agrícolas, médicas y medioambientales.

Consultado respecto a este hito y a su interés por las publicaciones, el docente nacido en Osorno, explicó que “siempre me ha gustado comunicar los trabajos, ya tenemos 175 Wos/ISI. Antes pensaba que si llegaba a 100 me sentiría satisfecho y ahora pienso en alcanzar las 200”.

Sus principales áreas de estudio son: Coloides y películas metálicas en solventes no acuosos, polímeros dopados con clusters metálicos y derivados de quitina y quitosano, ácido alginico, polivinil alcohol y polihidroxibutiratos, (biocidas, resina de intercambio, anticolesterolémico, piel artificial, sustituto de huesos). Estas investigaciones señala, las ha realizado, porque considera que es la forma de aportar a su área, y comunicarlas, es parte del proceso. Una de las cosas, indica el profesor, que más le motiva a estar en una constante búsqueda de investigaciones es la experiencia que éstas le van dejando. También recalca que cada acción en la ingeniería, es en búsqueda de una mejora en la utilización de los materiales. “Hace unos años trabajamos en producir una pintura antifouling en base a quelatos de  quitosano-cobre menos contaminante en relación a las que se usan, para recubrir redes de  salmones. Dentro de los trabajos más reciente destaco la preparación, junto a un colega de Ingeniería Civil, de nuevos impregnantes biodegradables, anti-UV e ignífugos para madera con nanopartículas de  sílice, cobre y nanolignina”, acotó el doctor de la Auburn University. “Los polímeros o macromoléculas las tenemos en nuestra vida cotidiana y por ello siempre me ha interesado trabajar con celulosa, lignina, quitina y polisacáridos porque son naturales, renovables y biodegradables”, dijo. 

LABOR COMO DOCENTE

Su vasta trayectoria académica le ha permitido ser parte de algunas de las universidades más importantes del país y el extranjero, en ese sentido considera que la docencia es parte esencial de la actividad de un investigador y cree que todos deberían realizarla y, ser parte del proceso de formación de los nuevos profesionales, con ejemplos concretos de los trabajos realizados. “En muchas universidades, especialmente las de EE.UU , donde realice mis estudios de postgrado, se les pide a los investigadores de mayor experiencia realizar clases a los estudiantes que recién ingresan, ya que eso los motiva mucho más; acá en ocasiones es al revés”, subrayó.

Consultado sobre su participación como docente del nuevo Doctorado en Ingeniería de la MacroFacultad de Ingeniería, señalo: “El proyecto MacroFacultad de Ingeniería del que somos parte, alcanza su consolidación con este programa, ya que abre un espacio para desarrollar proyectos conjuntos con líneas afines entre investigadores de las tres universidades involucradas”.

DESAFÍOS Y MOTIVACIONES

Respecto a cómo vislumbra el desarrollo del área, el académico y dueño de la empresa Quitoquímica aseveró, “me parece que, si queremos llegar a ser un país desarrollado en los próximos años, debemos ser capaz de innovar y crear tecnología propia en algunas áreas donde tenemos gran cantidad de materias primas, como son la minería y el desarrollo forestal. En esto último es donde la madera dimensionada de calidad y otros productos como tableros y enchapados permitirán incentivar la construcción de viviendas en madera, ya que en Chile se construye muy poco con madera, en comparación con el hemisferio norte, por ejemplo”.

En cuanto a los desafíos de la ingeniería el docente reflexionó y señalo, que el futuro esta en lograr un mayor aprovechamiento de las plantas de celulosa, instalando en primera fase las biorrefinerías y, así generar subproductos como alcoholes y azúcares antes de obtener la celulosa; además, de buscar nuevas fuentes de energía, desarrollar economía circular, reciclar para que la basura no nos ahogue y usar procesos químicos menos contaminantes y más amigables con el medio ambiente. “Es motivante plantear estos temas a los futuros ingenieros para que tengan una nueva visión sobre lo que enfrentarán en los próximos años”, resaltó.

Cárdenas también ve mucho potencial también en las nuevas investigaciones. “Estoy seguro que los nanomateriales aplicados a ingeniería y otras áreas como medicina, automatización (incluyendo la robótica), serán temas claves en los que debemos poner nuestra mayor atención, concluyó.